El arte es el verdadero motor de la humanidad, un pensamiento complejo, sin el cual no seriamos mas que meros animales.
Nos pasamos la vida escondiendo emociones, ya sea por compromiso o por que se espera algo mas de nosotros, las cambiamos por unas mejores o simplemente evadimos el tema. Reprimimos a tal punto que cuando llegamos al limite no sabemos como reaccionar y perdemos el control ilusorio sobre nosotros.
Nuestra vida la definen como una escalera que hay que escalar a cualquier costo, nos imponen objetivos absurdos, a veces difíciles de cumplir si en el sorteo te tocó el último lugar.
Los medios nos bombardean con estos conceptos, imponiendo, hasta que los tomamos como propios.
El tiempo pasa y el final de la escalera, la recompensa, nunca llega, hasta que al final del día solo fuimos un instrumento para un supuesto bien mayor… pero, ¿un bien mayor para quién?